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Vuelve Kamikaze con nuevo estudio y una grilla que promete revolucionar el mundo streaming

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Radio Kamikaze lanza el próximo lunes 19 de febrero la nueva programación 2024. Con un nuevo estudio preparado para un streaming de alta calidad, la reconocida emisora Ituzaingunese apunta todos sus cañones para revolucionar el mundo streaming.

En total el estudio va a tener 8 cámaras de última tecnología para el mejor streaming full Hd que hoy utilizan los medios nacionales. Todo está preparado para ver y escuchar lo mejor de la radio streaming” aseguró Juan Manuel Alarcón, director de la radio.

Preparamos un espacio para poder ver a nuestros músicos tocando en vivo. Un living de acústicos donde la música sea una de las principales protagonistas de la nueva grilla. Un formato intimista con charlas y música al mejor nivel”

Radio Kamikaze es propiedad de la Cooperativa de Medios La Qilqa, también editora del Diario La Ciudad y la productora audiovisual Cinco Esquinas. Con mas de 80 asociados y asociadas, es la cooperativa de medios de comunicación más grande de la Provincia de Buenos Aires. Durante el año 2022, Kamikaze alcanzó una audiencia promedio de 200.000 oyentes mensuales y se consolidó como una de las radios del Conurbano más escuchadas.

Escritorxs del Conurbano: Hoy, Alba Murúa

“En los últimos años hubo una especie de boom de la literatura conurbana”, afirma Alba Murúa, escritora con el corazón puesto en Morón y una larga trayectoria en La Matanza.

En una conversación íntima con La Ciudad, la autora de “Instrucciones para multiplicar la dicha”, “Amazona vencida” y muchos otros poemarios, habló acerca de sus inicios en la escritura, el pinkwashing, las mujeres, y el mercado editorial, además de adelantar, en exclusiva, su próximo poemario, pronto a salir.

¿De dónde sos? ¿Cuándo empezaste a escribir? ¿Cómo fue ese inicio de relación con el mundo de la escritura?

Nací en Pompeya, barrio al sur de la capital, pero viví casi toda mi vida en Morón. Tengo un gran recuerdo de infancia de Ituzaingó Norte cerquita de las vías del Sarmiento y de los alrededores de San Antonio de Padua, donde crecí. Mi actividad docente y literaria, sin embargo, se ha desarrollado principalmente en La Matanza.

Empecé a escribir a muy temprana edad, ya a los diez años le había dedicado un poema bastante elaborado a mi padre. Me encantó aprender a escribir, jugar con las palabras; mi madre me había iniciado en la poesía y, como se usaba en aquellos tiempos, memorizaba y recitaba, que era una actividad que disfrutaba mucho. Adoraba (y adoro) los libros también, así que la escritura fue una consecuencia previsible de esas primeras influencias.

¿A quiénes considerás tus “referentes” en lo literario? ¿Cuáles son tus influencias?

Tengo múltiples referentes. En la juventud, Pablo Neruda, Federico García Lorca, Miguel Hernández, Walt Whitman, Antonio Machado, Alfonsina Storni, Julio Cortázar, Eduardo Galeano, Ray Bradbury. Estudié el profesorado ya grande, en los treinta; entonces sumé otras voces maravillosas, tanto en poesía como en narrativa. Entre muchxs, Gelman, Girondo, Enrique Molina, Marechal, Haroldo Conti, García Márquez, Saer, Luisa Valenzuela, Piglia, Pizarnik, Silvina Ocampo Borges, por supuesto. Y en el conurbano, el gran poeta y maestro, Omar Cao.

¿Qué pensás del ambiente literario del conurbano? ¿Creés que, en el mercado editorial, lxs escritorxs del conurbano están ganando terreno?

El conurbano es polifacético, diverso en todas sus expresiones. Por suerte, siguen naciendo colectivos de escritorxs que se unen para resistir las dificultades y multiplicar la creación.

Sin dudas, en los últimos años hubo una especie de boom de la literatura conurbana. Habrá que ver qué quedará de ello al transcurrir el tiempo. En cuanto al mercado editorial, no es lo mismo para la narrativa que para la poesía. En este último caso, lxs poetas son editadxs sobre todo por pequeñas o medianas editoriales independientes, que realizan una labor digna de aplausos.

Alba Murúa creó el Club de Lectura Mujeres de Latinoamérica, un espacio virtual en el que se fomenta la visibilización y disfrute de autoras, ante su ausencia en las bibliotecas. Foto: Martín Biaggini

¿Cómo ves el ambiente literario (del conurbano y en general) para las mujeres escritoras y para las disidencias?

No soy una especialista en este tema, pero me parece que, justamente, esos colectivos de los que hablaba son protagonizados en su mayoría por mujeres y disidencias. Si no se les abren puertas, las inventan. Y persisten multiplicando las propuestas. En el conurbano, tanto como en la capital de nuestro país, han sido de algún modo legitimadas en los grandes festivales literarios, recogiendo algunos de los frutos de las luchas feministas y acrecentándolos.

¿Cómo ves la literatura escrita por mujeres? ¿Crees que el pinkwashing influye en el mercado a la hora de vender libros de autoras?

Pienso que el pinkwashing influye en el mercado, claro. No sé si a la hora de vender, sí a la hora de editar, premiar y promocionar. Por suerte, la mayoría de autoras beneficiarias, poseen una notable calidad literaria.

De cualquier modo, es importante sostener la visibilidad de la producción literaria de las mujeres.  Al respecto, hace algunos años en mi calidad de lectora, percibí lo que creo que nos pasó a muchxs: observar que en la propia biblioteca la mayoría de títulos estaban firmados por varones. Así que, para conocer y difundir lo que iba descubriendo, creé el Club de Lectura Mujeres de Latinoamérica que, por el momento, sostenemos como un pequeño espacio virtual. Hubo y hay muchísimas escritoras talentosísimas a lo ancho y a lo largo del continente, así que tenemos material para rato.

La literatura escrita por mujeres es también heterogénea, no puede reunirse bajo ese rótulo excluyente. Dicho esto, agregaré que, por mi propio interés, sigo también a varias jóvenes poetas argentinas que realizan un gran trabajo.

De tu propio material, ¿cuáles son tus escritos favoritos y por qué? ¿Cuál es tu último trabajo?

Mis escritos favoritos son los que nacieron desde mi herencia, desde el conurbano y algunos gestados a partir de la bronca por las injusticias de que somos objeto, por ejemplo, Amazona vencida, poema que se publicó en Alto Guiso. Poesía matancera contemporánea (Leviatán, 2016) e Instrucciones para multiplicar la dicha (en Hasta la vida, ECuNHi Ediciones, 2016).  Estos dos libros, que comparto con valiosísimxs compañerxs, me han traído múltiples satisfacciones.

Mi último trabajo, que pronto verá la luz gracias a la labor de la poeta y editora tucumana María Belén Aguirre mediante Ediciones de la Eterna, es un poemario que lleva por título Servicio meteorológico.

¿Qué consejo le darías a unx escritorx del conurbano que quiere comenzar a publicar sus escritos?

Que lea mucho, con insistencia y consistencia; que se autocorrija de igual modo; que se rodee de pares y que busque unx o más maestrxs; que no se apure a editar pero, si lo hace, es mejor optar por ediciones artesanales o virtuales, que por editoriales de dudosa seriedad. Y que persista con humildad y amor.

Por: Melina Alderete.

Pamela Terlizzi Prina

“Escribir fue un impulso vital y desesperado”, relata Pamela Terlizzi Prina, escritora oriunda de Ramos Mejía que encontró en el lenguaje su manera de cuestionarlo todo.

La Ciudad charló con la autora de “Estado de espesura”, “Doce dientes” y “No cuentes pesadillas en ayunas” acerca de su primer acercamiento a la escritura, el ambiente literario y las mujeres escritoras, sus futuros proyectos y sus palabras de aliento para escritorxs conurbanxs.

¿Cuándo empezaste a escribir? ¿Cómo fue ese inicio de relación con el mundo de la escritura?

Tengo recuerdo de escribir desde siempre, pero con la maternidad empezó como algo metódico. No fue como un acto de belleza sino como un acto de egoísmo. Era casi lo único en lo que podía mantener mi individualidad. Era un mundo propio, ajeno a todos, escindido de lo que me rodeaba. Fue un impulso vital y desesperado donde armar y desarmar, cuestionar y regodearme en lo que más me gustaba: el lenguaje.

¿A quiénes consideras tus “referentes” en lo literario? ¿Cuáles son tus influencias?

Para mí fue una experiencia iniciática leer Rayuela, de Cortázar. No digo que sea su mejor libro ni que sea el mejor libro del mundo, pero sí que para mí fue transformador.
Esa propuesta fragmentaria, experimental; esa idea rota de la cronología y de la voz narrativa me volvió loca. Tenía 15, 16 años y esa experiencia me hizo pensar en todo lo que podía ser la literatura y yo no lo sabía.
En general, salvo excepciones, los textos literarios que se usan como material escolar son conservadores o te los entregan masticados. Esa teoría de que “Casa tomada” era una metáfora del peronismo, por ejemplo, que se repite como una verdad revelada, es tan aburrida, tan escasa, le hace tan poca justicia al cuento. Deja por fuera todo el concepto de fantástico de Cortázar.
Otros autores importantísimos fueron Kafka, Joyce, Arlt, Pizarnik, Mastretta, Peri Rossi, Marosa, Thénon. Y mi gran maestra fue Liliana Díaz Mindurry.

¿Qué pensás del ambiente literario del conurbano? ¿Crees que, en el mercado editorial, lxs escritorxs del conurbano están ganando terreno?

Pienso que todavía está fragmentado, que aún hay muchos localismos. Pero es lógico: siempre fuimos la periferia y, en general, las trayectorias se construían siempre en CABA. Incluso es así para lxs escritorxs del interior. Hoy está cambiando lentamente esa lógica.
De todas maneras, me interesa la identificación “conurbana” más como un nuevo paradigma de difusión y de consumo de contenidos que como filiación estética.
Es decir, me interesa la expresión política de hacer arte desde el conurbano y que eso no suponga ni menos exposición ni menos posibilidades, como una suerte de redistribución de la palabra, de la escena, lo que equivaldría a decir una redistribución del poder.

“No me interesa la literatura cargada de buenas intenciones y corrección política”, defiende Terlizzi Prina.

¿Cómo ves el ambiente literario (del conurbano y en general) para las mujeres escritoras?

Es una gran época para ser mujer, sin lugar a dudas, pero en las urbes, en las ciudades atravesadas por la agenda. Después, en la periferia, donde las inquietudes progresistas o los cuestionamientos del status quo no pueden romper el cerco, se sigue a la sombra de todos los vicios del patriarcado.
Con respecto al conurbano, si bien es una masa absolutamente heterogénea, en líneas generales las mujeres se están animando a hacer arte. Empieza la autogestión, la organización, la necesidad de crear nuevos circuitos.
Igualmente, aún quedan algunas prácticas anacrónicas, como incluir sólo hombres en una mesa de debate o pensar que las mujeres hacemos literatura para mujeres. Como estamos en un momento de quiebre, tanto con la identidad conurbana como con el arte hecho por mujeres me pasa algo similar: a veces temo que el contexto uniforme las voces, que resulte esperable sólo “un relato del conurbano” o “un relato femenino”. Y creo que las expresiones contrahegemónicas no son sólo estéticas.

¿Cómo ves la literatura de las mujeres? ¿Crees que el pinkwashing influye en el mercado a la hora de vender literatura de mujeres?

La buena literatura de mujeres (porque también la hay mala) tiene toda la potencia de ser mujer en un mundo donde aún es contrahegemónico ser mujer. Todas las grandes escritoras que disfruto leer han pagado costos muy altos para escribir sus obras. Ya sea para alimentarlas o para lograr escribirlas, pero sus libros son resultado, también, de su condición de mujeres en el mundo.
Aun así, sin lugar a dudas, el pinkwashing es una estrategia de marketing que vacía de contenido la lucha. Cuando el poder compra el discurso de la lucha, sólo lo hace para convertirlo en un slogan. Lamentablemente eso termina influyendo en el mercado. Hay muchísima literatura de agenda, obras suscritas a un feminismo (a mi criterio) malentendido. No me interesa la literatura cargada de buenas intenciones y corrección política.

De tu propio trabajo, ¿cuáles son tus escritos favoritos y por qué? ¿Cuál es tu último trabajo?

“Estado de espesura”, “Doce dientes” y “No cuentes pesadillas en ayunas”, mis tres libros publicados, son muy diferentes entre sí, tienen búsquedas muy distintas. Aunque me siento más cerca de la voz del último, no sabría cuál es mi favorito.
Ahora estoy en romance con dos libros nuevos: uno de poesía y uno de cuentos que terminé hace muy poco. Ojalá se materialicen durante el próximo año.

¿Qué consejo le darías a unx escritorx del conurbano que quiere comenzar a publicar sus escritos?

Que no deje ningún antro y reducto donde leer y escuchar a sus contemporáneos. Que no se sienta en la periferia de nada. Escribir es un acto solitario pero, en realidad, siempre escribimos con nuestra historia, nuestra tierra y nuestra época encima. Que agruparse siempre es hermoso, que hay circuitos, espacios y editoriales increíbles de este lado de la General Paz. Lxs invitaría a que sean honestxs y no se coman ninguna.

¿Ya escuchaste ‘Calma’? Lo nuevo de Infra

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Cargada de todo el poder sonoro que caracteriza a la banda, “Calma“ llega para contarnos una experiencia introspectiva de cambio: el pasaje de una vida sin rumbo y cargada de frustraciones a una completamente distinta, repleta de madurez y satisfacción.


Con un inicio enérgico que nos sumerge de inmediato en el viaje musical de este nuevo single, Infra conjuga nuevamente el poderío del metal con la pureza de la voz para regalarnos un nuevo single inmersivo.

El single retrata de forma perfecta un recorrido de crecimiento vital para mostrarnos en el fondo la posibilidad de cambio de las personas. Con una mirada que no juzga, sino que contempla al pasado como un camino de aprendizaje necesario de atravesar, esta canción nos muestra el inacabable potencial del ser humano para transformarse.

Lo mutable, las zonas oscuras que habitamos, la luz que encontramos al final del túnel, el dolor, lo apacible; de todo eso nos habla este segundo lanzamiento discográfico que incluye un video que sigue la línea estética del de su primer single. Infra está conformada por Matias Mangas en guitarra, Martín Adrover en voz y Sergio Roldan en batería.

Yexalen Aquino

“Escribir poesía implica romper algo”, así define Yexalen Aquino, escritora moronense, al oficio de entregarse a las palabras que fluyen del alma al papel.


La Ciudad charló con la autora de “Diarios de Amor” acerca de sus primeros pasos en la poesía, sobre Juan Gelman y “sus chicas”, el ambiente literario para las mujeres, la presencia de los varones cis y sus privilegios, y el amoroso oeste con su movimiento artístico inagotable.


¿Cuándo empezaste a escribir? ¿Cómo fue ese inicio de relación con el mundo de la escritura?


Escribir como práctica cotidiana es algo que viene de mi infancia. Desde muy chiquita, mi mamá me regalaba agendas. Es posible que haya tenido una agenda antes incluso de aprender a escribir.
Me acuerdo de sentir que tenía que usarlas, que tenía que hacer valer ese regalo, y completaba cada página de la agenda con lo que hubiera pasado ese día. Una especie de diario íntimo en versión muy saturnina. Así, la escritura se hizo un hábito y, por qué no, una necesidad.
Cuando fui preadolescente escribí los primeros poemas, leídos a una amiga amadísima de aquel entonces, que me hizo saber, por un lado, que le gustaban mucho y, sobre todo, que eso que había escrito era poesía. A esos poemas me los acuerdo casi de memoria.
Unos años después, mi vieja me regaló “Cólera Buey” y ahí se abrió la puerta grande y entendí que escribir poesía implica romper algo. Siempre es una fractura lo que abre, ese mundo otro del poema: Fractura del sentido, del lenguaje, de la sintaxis; una fractura de la percepción del mundo que te deja sentirlo y después, eventualmente, codificarlo de otro modo.

¿A quiénes consideras tus “referentes” en lo literario? ¿Cuáles son tus influencias?


Toda escritura que me conmueva puede transformarse eventualmente en referencia. Éstas han ido cambiando con los años y confío en que eso seguirá ocurriendo.
Pero para armar un pequeño altar: Juan Gelman es alguien a quien siempre nombro cuando me preguntan esto, porque tengo por él la gratitud infinita de sentir que me entregó una serie de asuntos y modos que durante los primeros años hice míos, y que es su escritura la que me forjó en la primera etapa.
Después tengo a “mis chicas”: Las tremendas Sharon Olds, Anne Sexton y Sylvia Plath, con su intimidad reveladora y a Idea Vilariño y Olga Orozco que traen otra voz, de alguna manera más nuestra. Con Sharon Olds descubrí una voz muy doméstica y a la vez excepcional ante la que quedé completamente rendida. Y la poesía de Idea la leo y la releo. Hay un misterio que afortunadamente nunca se termina y sigue conmoviendo.

“A nosotros nos das una piedra y un palito y te montamos un espectáculo. Esto es hermoso y me enorgullece”, comenta Aquino sobre la movida cultural del oeste.


¿Qué pensás del ambiente literario del oeste? ¿Crees que, en el mercado editorial, lxs escritorxs del conurbano están ganando terreno?


Creo que hay grandes escritores en nuestro territorio, pero fundamentalmente creo que el oeste es una región del conurbano que tiene una potencia artística arrolladora. A nosotros nos das una piedra y un palito y te montamos un espectáculo. Esto es hermoso y me enorgullece, debo decir.
En este territorio se lee, se escribe, se hace música, se baila, se hace teatro, etc., con muchísima fluidez y lo más común es que una misma persona pueda estar en varios de esos frentes en simultáneo.
También hay personas dedicando alma y cuerpo a ciclos de lectura con muchísimo compromiso y corazón y esos eventos siempre llevan mucho público, lo cual reafirma que tenemos un territorio súper fértil.
Creo que el conurbano en sí está tomando relevancia en los últimos años, que se empieza a mirar este territorio como algo distinto a la Ciudad de Bs. As. (¡Enhorabuena, muchachxs!) y que a partir de ahí hay escritorxs y/o temas que adquieren un lugar que, creo que hace 15 años, no existía como tal.
Sí considero que nos hacen falta más espacios institucionales donde poder avanzar en la profesionalización e inserción de la literatura en un mercado mayor. Hay mucha gente que instala su trabajo a través de Instagram o Youtube, lo cual me parece perfecto, pero creo que necesitamos que se sigan multiplicando los espacios que puedan favorecernos a nivel de formación y financiación, localmente. Que no sea necesario ir siempre a CABA a buscar los concursos, las becas, etc. Que podamos elegir.
Creo que hay muchísimo laburo acá que sigue demasiado librado “al amor al arte”, al compromiso y esfuerzo de artistas y agitadores culturales, y que dar marcos es contribuir a que las carreras artísticas levanten vuelo y puedan jugar en las grandes ligas. Después de todo, nunca fue lo mismo haber nacido en Recoleta que en González Catán, en Colegiales que en Hurlingham, o en Boedo que en Castelar Sur. Eso también es parte de federalizar, creo.

¿Cómo ves el ambiente literario (del oeste y en general) para las mujeres escritoras?


Ser mujer puede ser una traba en cualquier ámbito de la vida social, quiero decir: va a haber una serie de cosas a las que sí o sí te vas a ver expuesta de forma inevitable. En lo personal, nunca viví situaciones de quedarme afuera (a nivel artístico) que crea hayan sido producto de ser mujer, pero sí te puedo decir que mi recorrido personal vivió y vive esa problemática.
Los años del macrismo fueron súper duros. Estuve un tiempo largo sin trabajo, y cuando conseguí algo (gracias a una compañera, porque siempre te cuidan las amigas), me encontré con que ganaba casi un 30% menos que muchos varones que estaban en ese espacio, incluso por más horas de trabajo. Esto es una realidad lamentablemente universal.
A pesar de eso, me topé con niveles de gratitud infinitos entre las escritoras locales con las que pude intercambiar, y sé que la sororidad también existe en los marcos de trabajo artístico, pero hay muchas cosas que necesitan transformarse. Todavía ves concursos donde hay 3 premios y los tres se los llevan varones cis. Esto, hoy por hoy, me parece inadmisible, porque creo que esos espacios de legitimación y de reconocimiento económico, oportunidad de publicación, etc., deben socializarse entre todas las personas de forma equitativa.
Nosotras estamos acá. Escribimos, pensamos, construimos un montón de cosas que muchas veces son invisibilizadas… Bueno, hoy seguimos en el proceso de cambiar esa estructura.

Yexalen, además de escribir poesía, también se dedica a la música desde hace años, y une en su profesión ambas disciplinas en un material diverso y original.

¿Cómo ves la literatura de las mujeres? ¿Crees que el pinkwashing influye en el mercado a la hora de vender literatura de mujeres?


No estoy segura, la verdad. Puede que en algún caso sí “garpe” más darle la voz a una piba para hacerse una lavadita de cara, pero no estoy segura.
De cualquier forma, si una mujer, una trans, o un puto va a ocupar un lugar de visibilidad por el hecho de serlo, pues adelante. A esos lugares creo que nunca hay que decirles que no, eventualmente después una ve cómo lo gestiona, pero si los lugares no son nuestros, de las mal llamadas minorías, serán de las mayorías, por eso creo que hay que tratar de ganar terreno. Si hoy por hoy a alguien -Estado, empresa, espacio cultural, etc.- le sirve hacerse un pinkwashing, creo que podemos decir que es porque algo está cambiando, ¿no? Algo estaremos haciendo bien para que nuestra presencia sea necesaria… Desde ahí creo que la tarea es seguir construyendo y deconstruyendo.

¿Cuáles son tus escritos favoritos y por qué? ¿Cuál es tu último trabajo?


He disfrutado muchísimo de todos los laburos que hice para instalaciones de poesía, porque me han permitido cruzar disciplinas. Hay cosas que se pueden ver en mi canal de YouTube, Yexalen Aquino, y otras que quedan en el recuerdo de quiénes estuvieron allí, como puede ser la serie de Poemas Perros, una instalación con audiopoemas y copa de vino, o Poesía Sumergible, en la que los lectores se metían al agua para llegar al poema.


Mi último libro es “Diarios de Amor” que publicó Editorial Halley y que está en varias librerías (acá en el oeste lo tiene Yatay Libros). Ese libro fue un viaje hermoso. Son poemas breves, simples y con una carga de ternura que hoy me sorprende.
Actualmente, estoy trabajando en un nuevo material que promete otros colores. Estoy acercándome a otros temas… ya veremos cuándo y cómo llega a vuestras manos.
Además de escribir, hago música y el cruce entre estas disciplinas es permanente.

¿Qué consejo le darías a unx escritorx del conurbano que quiere comenzar a publicar sus escritos?


¡Qué pregunta difícil! Creo que, inicialmente, le diría que se puede. Y, después, que labure, que transpire la camiseta de escritor o escritora… Que escriba, relea, re-escriba, que muestre lo que hace. Hay algo muy valioso, creo yo, en tener como objetivo sacar lo mejor, realmente sentir que llegaste a lo mejor que podrías haber hecho en un momento dado. Si estás ahí, con la mente en el juego, las cosas empiezan a fluir.
Después, creo que formarse es clave, porque empezás a circular por los espacios donde se mueve nuestra disciplina. El país está lleno de oportunidades, para formarse, para concursar y que te lean personas de otras regiones. Luego, el cómo salir a publicar en sí va a depender mucho de qué es lo que haga cada quién, pero hay una certeza inamovible y es que la literatura-libro está viva, que le gente lee y compra libros y que se puede publicar.

La Tarzán de Castelar, la historia de uno de los bodegones emblema del Conurbano

Cuadros colgados en las paredes, viejos comensales que disfrutan de platos clásicos y una historia de barrio detrás. La Tarzán de Castelar, ese mítico espacio ubicado en la calle Timbúes, es una parada obligada para tod@s aquell@s que deseen conocer en profundidad al distrito. Los restaurantes de bodegón son una de las grandes particularidades con las que cuenta Buenos Aires y cada día decenas de personas visitan este recinto en busca de algo sabroso, como si estuvieran en casa. A más de 70 años de su inauguración, vale la pena hacer un repaso por el recorrido de este lugar que cada vez gana más popularidad en el conurbano bonaerense.

La Tarzán de Castelar surgió prácticamente al mismo tiempo en el que se creó el barrio de Castelar. En el año 1948, un inmigrante italiano tomó la decisión de abrir un pequeño bar frente a la estación de tren con el claro objetivo de que l@s trabajador@s que se desempeñaban allí se tomen un descanso y beban alguna copa.

En sus inicios, el nombre original era “El Pozo del Poeta”, aunque popularmente fue llamado como el mítico hombre de la selva en la década del 60, producto de la gran cantidad de publicidad que tenía con ese apodo en la fachada. Lo que nunca cambió es que la familia Corvi, una de las primeras en habitar este distrito, fue la encargada de manejar esta pequeño comercio y deleitar a sus comensales.

Muchas figuras públicas se hicieron presentes en la Tarzán de Castelar. Desde León Gieco hasta el Indio Solari, pasando por el flaco Spinetta, Ricardo Mollo e Ivan Noble. La música era sumamente habitual, como así también la presentación de bandas que daban sus primeros pasos en el universo del rock nacional.

De a poco, este restaurante hizo una transformación rotunda: pasó de ser un lugar de encuentro nocturno de la juventud de Morón a recibir a familias enteras durante prácticamente todo el día. Es desde ese momento que muchas personas pudieron redescubir la maravillosa carta que ofrecen en este bodegón

En tiempos de pandemia y en un contexto en el cual muchos negocios relacionados con la gastronomía cerraron sus puertas, la Tarzán de Castelar aguanta los embates y continúa. Sus puertas siguen abiertas y sus paredes narran la historia de toda una vida. Una vida dedicada a la atención de l@s comensales con un estrecho vínculo con el barrio.

¿Cómo ponerse en contacto con la Tarzán?

Si estas interesado en hacer una reserva, realizar un pedido o simplemente conocer más en profundidad respecto de la fascinante historia de este bodegón, podes entrar a sus redes sociales (Facebook “La Tarzán de Castelar” o Instagram @latarzancastelar) o sino llamar al 46276897 o al 46295983.

Escritorxs del Conurbano: Hoy, Federico Girón

“Escribir, para mí, fue el intento de configurar y darle volumen a lo incomprensible y a la ausencia”, afirma Federico Girón, escritor de Ituzaingó que encontró en la literatura una pasión que lo acompaña desde la infancia.

La Ciudad charló con el autor de “Bodoque”, “Gota China y “35 mm (12 exposiciones)” acerca de sus primeros pasos en el universo literario y la importancia de amar lo que se hace.

¿Cuándo empezaste a escribir? ¿Cómo fue ese inicio de relación con el mundo de la escritura?

Comencé a escribir de chico, alrededor de los 10 años. Recuerdo que la lectura de Robinson Crusoe me apasionó de tal manera que deseé crear historias y aventuras como esas, y sin planear demasiado, jugando, empecé a escribir cuentos que dejaba inconclusos.

Luego, con 12 años, en el año 1986, lo que entiendo me empuja de modo irreversible hacia la literatura se da con la muerte de mi padre, una muerte inesperada, una desaparición física que dejó un vacío e incertidumbres que, entre otros intentos, pretendí mitigar abordando su biblioteca.

Mi viejo era muy lector y escribía poesía. En casa (mi madre, también, incansable lectora) había una biblioteca importante y supongo que, por instinto, lo busqué ahí, en sus poemas y en el acto de abrir sus libros, sobre todo esos con los que lo había visto en silencio, por la noche, abstraído en sus lecturas. Abrir “Viaje al fin de la noche” de Céline o “Rayuela” de Córtazar y encontrar su firma en la primera página y la fecha de compra en números romanos, con sus subrayados personales, explorar el “I-ching” y leer las líneas de un hexagrama que había anotado en el margen de una página, o encontrar “Franny and Zooey” de Salinger dedicado por uno de sus amigos como regalo de cumpleaños, era comenzar a decodificar muchísima información, era armar una historia y muchas otras para que emergiera la de mi viejo y la mía inconclusa.

Era leer con él, oír su voz, era tocar páginas por las que él había deslizado sus manos, encontrarme en el espacio en el que, por algún motivo, había dejado marcas indelebles que siempre quise creer eran para mí. No solo era el intento de vencer, o al menos silenciar el vacío, si no también uno más ambicioso: el de construir ese padre que habría sido de no haber muerto en el comienzo de mi adolescencia.

Siento que ese junio del 86 morimos los dos y, a pesar del dolor, de alguna manera renacimos; tal vez esto haya sido mi primer acercamiento a la labor creativa de escribir ficción: el intento de configurar y darle volumen a lo incomprensible y a la ausencia. Después, a mis 16 años, vino un taller literario que duró años con el querido escritor de Morón, Alberto Ramponelli, referente y profe de cantidad de escritores del conurbano, que, por supuesto, marcaron mi formación.

¿A quiénes consideras tus “referentes” en lo literario? ¿Cuáles son tus influencias?

Para resumir voy a nombrar a algunos escritores que se me vienen a la cabeza, que no sé si son influencia, pero sí que disfruté mucho en distintos momentos de mi vida y que por supuesto, cada tanto vuelvo a visitar: Julio Verne, Julio Córtazar, Kristof, Salinger, Paul Auster, Hemingway, Samanta Schweblin, Carver, Vonnegut, Saer, Steinbeck, Mc Cullers, Di Benedetto, y en fin…

De tu propio trabajo, ¿cuáles son tus escritos favoritos y por qué? ¿Cuál es tu último trabajo?

Bueno, qué difícil. Soy muy crítico de mis trabajos y no puedo evitar empezar a hacer correcciones si me topo con textos viejos, así que trato de no espiar lo antiguo para no perder tiempo. Para no huir de la pregunta voy a nombrar mis tres libros escritos y trabajados en los últimos seis años y que en plena pandemia, temerariamente publicó casi juntos Editorial Cienflores (editorial independiente del conurbano oeste) durante el pasado 2021: “Bodoque” (Novela), “Gota China” (Cuentos, mención especial de narrativa en el concurso nacional de cuento Adolfo Bioy Casares 2018, con Gabriela Cabezón Cámara, Pablo Ramos y Vicente Battista en el jurado) y “35 mm (12 exposiciones)” (Novela breve. Hay una linda nota en la web en el suplemento Radar de Pagina 12)

¿Qué consejo le darías a unx escritorx del conurbano que quiere comenzar a publicar sus escritos?


Otra difícil. No me siento capacitado para dar consejos. Creo que cada autor hace su camino, como puede, y la verdad es que no hay fórmulas ni métodos infalibles más que leer y escribir, después se trata de aprender a equivocarse con algo de estilo.

Lo único que se me ocurre mencionar es que no se apuren a publicar (yo me arrepiento de varias cosillas), y lo más importante, que lo que intenten lo hagan con pasión.

¿Cuáles son tus redes sociales? ¿Dónde se puede leer tu material?

En Facebook me encuentran con mi nombre y en Instagram soy @Bodoque1973. Algunos de mis libros se consiguen en librerías, contactando a la editorial o a mí. En la web tengo un blog que se llama “El bosqueoscuro del niño opa” en el que publico cada tanto algunos textos.

Heladería Flores, el mítico comercio de Haedo que posee “el mejor dulce de leche del mundo”

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El mejor dulce de leche del mundo está en Haedo. Es muy usual leer esta clase de afirmaciones en las redes sociales sobre la heladería Flores, uno de los espacios más tradicionales que se pueden encontrar en el barrio. Esta característica une por completo a los fanáticos de este establecimiento y lo defienden a capa y espada. En Carlos Tejedor al 1000 se ha establecido un lugar en el cual el tiempo parecería haberse detenido. L@s vecin@s de Morón y sus alrededores suelen concurrir con habitualidad y aguardan el tiempo que haga falta para poder degustar de los muy particulares gustos que se pueden encontrar allí. Su historia merece ser narrada.

Hace más de 50 años, esta heladería se ubicó en el barrio de Flores, aunque producto de algunos inconvenientes con las autoridades del ferrocarril Sarmiento, la línea de trenes que se encontraba a tan solo unos pasos del local, tomaron la decisión de mudarlo hasta Haedo. A partir de ese momento, el futuro del comercio daría un giro de 360 grados.

L@s emplead@s que trabajan en la heladería Flores señalan que personas de diferentes puntos del conurbano bonaerense se acercan hasta el comercio con el claro objetivo de probar uno de los gustos más famosos: el dulce de leche. El secreto que tiene este sabor es que, antes de convertirlo en helado, lo fabrican en sus propias instalaciones. Esto le da un color y una cremosidad muy especial, casi inigualable para cualquier competencia.

Cereza al maraschino, peras al jerez, pomelo, mandarina y uva son algunas de las opciones que identifican a este lugar tan famoso de Haedo. No obstante, el cliente se entera a la hora de concurrir al establecimiento cuáles son las frutas que están disponibles, ya que únicamente trabajan con aquellas que son de temporada.

Carteles informativos elaborados con letras en diferentes colores. Una caja registradora que data de los años 80. Cajones de fruta distribuidos por todos lados. Helados servidos desde la propia máquina en la que se combinan cada uno de los ingredientes. Balanzas que siempre marcan más de lo pedido. La heladería Flores es un lugar en el cual las nuevas modas parecerían no haber llegado. Lo único importante para tod@s aquell@s que forman parte de este establecimiento que lleva más de 50 años ininterrumpidos es continuar con el legado: el mejor dulce de leche del mundo se elabora allí.

¿Cómo comunicarse con la heladería Flores?

Para poder degustar del fantástico dulce de leche que se elabora de forma exclusiva en la heladería Flores o alguno de sus otros gustos, podes acercarte a Carlos Tejedor 1359. En su cuenta de Instagram @heladeria_flores_haedo podrás obtener más información de este particular comercio.

Vuelve el ItuzainRock

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El ciclo de rock que reúne a artistas y bandas emergentes locales, regresa nuevamente de la mano de la Dirección de Cultura de Ituzaingó. ItuzainRock ya lanzó su convocatoria abierta para la edición 2023.

Las inscripciones para participar del evento serán hasta el próximo lunes 1 de mayo. Las y los interesados deben enviar sus datos y el de las/los integrantes, junto al material y redes sociales a ituzainrock@gmail.com.

Como es costumbre, las y los artistas podrán compartir su música en la Plaza 20 de Febrero, ubicada en Cnel. Pablo Zufriategui 799, Ituzaingó norte. Para esta edición, se realizarán seis encuentros clasificatorios, y la gran final será en el Teatro Gran Ituzaingó (Mariano Acosta 55, lado sur).

De la convocatoria inicial, se seleccionarán 24 bandas y/o artistas que se darán a conocer el viernes 5 de mayo. Luego de eso, cada domingo a partir del 14 de mayo se realizará un encuentro en la ya mencionada Plaza 20 de febrero, con cuatro bandas de las que saldrá un ganador.

La convocatoria anual que tiene como objetivo difundir la cultura del rock en la zona, sirve como oportunidad para conocer y disfrutar de artistas emergentes. Para los y las participantes, es una ocasión especial para darse a conocer.

Para consultar el reglamento completo del certamen local y sus bases y condiciones, los interesados e interesadas pueden acceder al reglamento del mismo adjunto. Para más información, comunicarse telefónicamente a la Dirección de Cultura, al 4623-4867 de lunes a viernes de 8 a 15 horas.

Helker lanza “Cara o Cruz”

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La banda argentina de heavy metal se encuentra en vísperas del lanzamiento de su nuevo álbum de estudio. “Cara o Cruz” se titulará lo nuevo de Helker y verá la luz el 27 de mayo.

Para ello, la agrupación ya tiene programada ese mismo día una presentación oficial en vivo, donde presentarán el material en sociedad. La cita será en The Roxy (Niceto Vega 5542, Palermo, CABA), desde las 19.00 horas.

A modo de adelanto, el pasado domingo Helker subió pequeños fragmentos de todos los temas que componen este nuevo trabajo. Se trata de 14 melodías que se editarán bajo el sello discografico Cuervo Records.

Planeando un nuevo camino, siempre mirando hacia adelante y peleando contra la corriente, no existe otra manera de seguir concretando sueños”, expresó la banda en sus redes sociales. Para promocionar el nuevo disco, Helker también ya terminó de filmar el videoclip de la canción “El bien y el mal”.

Actualmente, Helker está conformada por Mariano Ríos (guitarra), Hernán Coronel (batería), Matías Ochoa (voz), Juan Manuel Acosta (bajo) y la más reciente incorporación del guitarrista Mauro Tranzaciones.